Este jueves 05 de agosto se realizó la quinta y última charla del Ciclo Participativo: “Covid-19: entre soledad y duelo”. Cecilia Arieto, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales, fue la expositora de esta sesión que se tituló: “El duelo y la soledad en la niñez, mucho que aprender”. En esta se refirió a cómo padres y cuidadores deben apoyar a los niños, niñas y adolescentes que están pasando por una situación de duelo.

Tras unas palabras de la directora del Centro UC de la Familia, Carolina Salinas, en donde agradeció por el interés y participación que hubo en el Ciclo Participativo, la académica Arieto mencionó que en tiempos de pandemia muchos han tenido que vivir momentos de angustia en soledad, por lo que es de gran importancia dialogar sobre el duelo, el acompañamiento, la pena y la frustración ante la muerte.

Con respecto a cómo ayudar a los niños y adolescentes durante una etapa de duelo, la académica sostuvo: “Acompañarles es vital. El término acompañar nos habla de algo que es fundamental cuando sabemos que la especie humana se sustenta, se desarrolla y evoluciona desde la vinculación afectiva, desde los vínculos de apego. Biológicamente estamos diseñados para poder desarrollar nuestro cerebro, nuestro cuerpo y nuestra personalidad a partir del encuentro con otras mentes y con otros seres humanos”.

Asimismo, agregó que acompañar es compartir tiempo y espacio con otro ser, en este caso, con un niño, niña o adolescencia. “Este compartir tiene que ser intencionando la presencia amorosa y sostenida, porque no es lo mismo acompañar que dar compañía”. Explicó que esto consiste en: permanecer disponible física y emocionalmente para la persona, mantenerse suficientemente cerca sin evadir y sin sobreexigir, ejercitar la sensibilidad para reconocer necesidades, motivaciones, problemas y explorar maneras de ayudar a satisfacerlas, canalizarlas y afrontarlos.

La académica afirmó que el aislamiento social aumentó el riesgo de depresión y ansiedad en niños y adolescentes. Por ende, el autocuidado y cuidado de la familia es vital: “Implementar prácticas dentro de nuestros hogares va a contrarrestar los aspectos adversos de estrés crónico al que estamos sometidos ya hace un año y medio. Hay que tener claro también que tenemos que actuar sin auto exigencias que puedan ir más allá de lo posible. En tiempos de crisis es vital cultivar la paciencia nosotros mismos y con los demás, la humildad y desarrollar mayor compasión con nosotros y el resto”.

Por último, Cecilia Arieto añadió que se deben abrir espacios que unan a la familia, para así mantener vivo el contacto afectivo social con redes de apoyo familiares. También nombró la importancia de no dejar de hablar sobre lo que nos pasa con respecto a la muerte o la pérdida, con  los distintos miembros de la familia.

Finalmente el profesor de la Facultad de Teología UC y miembro del Centro UC de la familia, Paulo López, reflexionó sobre el Ciclo Participativo, el cual tuvo como objetivo principal dialogar sobre la esencia del humano, la cual está compuesta por la relación y el lenguaje. “Como Centro UC de la Familia se ha tratado de abrir un espacio para que nos relacionemos, para que podamos compartir nuestros dolores y encontrarnos. Ha sido un proceso de humanización, en donde hemos dialogado al respecto”, expresó.

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