IMG_1579B_2_1.jpg

Analizan el pasado, presente y futuro de la familia en inauguración de diplomado Familia y Sociedad

ricardo-ezzati-arzobispo-de-santiago.jpg

 

El Gran Canciller UC Monseñor Ricardo Ezzati, el Vicedecano de Educación UC Sergio Martinic y el diputado Jorge Sabag, inauguraron el diplomado Familia y Sociedad de la Universidad Católica, con las conferencias “La Familia: Ayer, hoy y siempre”.

Inaugurar la séptima versión del diplomado de Familia y Sociedad fue el propósito de las conferencias “La Familia: Ayer, hoy y siempre”, organizadas por el Centro UC de la Familia. En la oportunidad expusieron, el Gran Canciller UC Monseñor Ricardo Ezzati, el diputado Jorge Sabag y el Vicedecano de Educación UC Sergio Martinic.

Al inaugurar la actividad, la directora del Centro UC de la Familia Carmen Domínguez, expresó la alegría de iniciar una nueva versión del diplomado, que busca profundizar y reflexionar en torno a la familia desde las más diversas perspectivas como el derecho, la medicina, la teología y la psicología, entre otras, entregándole a los alumnos una visión global del tema. Hasta la fecha, el programa cuenta con 134 graduados, los que se suman a los 140 estudiantes del diplomado a distancia para agentes pastorales y los 11 cursos que ofrece el Centro a estudiantes de pregrado.

“La familia y la educación en la historia de Chile” fue el tema que abordó el académico de Educación Sergio Martinic. De acuerdo al experto, la relación entre escuela y familia es compleja desde su origen. Tradicionalmente, la familia ha sido la base de la organización social y la educación se hacía en su interior, salvo cuando los jóvenes deseaban aprender un oficio, en cuyo caso acudían a un maestro; sin embargo, con la irrupción de la revolución industrial, apareció la escuela como una institución altamente especializada, que rápidamente creó un muro de separación con los padres.

En Chile, la relación entre la escuela y los padres ha pasado desde la mera obligación de mandar a los hijos al colegio –con la Ley de Instrucción Primaria de 1921-, pasando por las escuelas experimentales de los 50’s, la idea de que se necesitaba mayor participación de los padres en los 60’s y la libre elección en los 80´s, hasta la llamada “revolución pingüina” en 2006, que llevó la relación de los padres con la escuela al debate público. “Hoy el concepto de comunidad educativa ya está asentado”, dice Martinic.

Por su parte, el diputado Sabag comenzó su exposición sobre el presente de la familia, afirmando que “la familia es demasiado importante para dejarla solo en manos de los políticos”, puesto que “cuando llegan las elecciones, todas las decisiones se instrumentalizan”, dijo, poniendo como ejemplo la aprobación del matrimonio gay por parte del Presidente de EE.UU. Barack Obama. “La familia hay que fortalecerla, pero a la hora de legislar nos topamos con tiempos distintos y terminamos debilitándola”, expresó.

De acuerdo a este miembro de la Comisión de Familia de la Cámara Diputados, aunque las leyes representan una realidad, muchas veces introducen incentivos perversos. Como por ejemplo, aludió al hecho que mientras en 1990, 1 de cada 3 niños nacía fuera del matrimonio, después de la Ley de Filiación, en la actualidad, 2 de cada 3 niños corresponde a esta realidad y 1 de cada 2 partos da origen a un juicio de alimentos. Asimismo, mientras en 1990 se celebraron 105 mil matrimonios, en 2011 –después de la Ley de Divorcio- se realizaron apenas 58 mil enlaces. “Hemos cambiado el matrimonio por las uniones de hecho”, dijo y agregó que “la ley ha inducido a una forma de pensar mucho más liviana respecto del compromiso matrimonial”.

Finalmente, Monseñor Ezzati se refirió a la familia desde una perspectiva pastoral y abordó seis “itinerarios” o desafíos para consolidar el matrimonio y la familia. El primero, valorar el amor el humano; segundo, unir amor y matrimonio; tercero, a esa unión de amor y matrimonio, sumar la vida –“los hijos son un don precioso de Dios”, dijo. Cuarto, dar más espacio a la fuerza del testimonio: “Debemos mostrar a muchos matrimonios y familias que se aman, mostrándolo como un bien apetecible y deseado”.

En quinto lugar, atender la emergencia educativa, “la educación auténtica necesita de la cercanía del amor”, afirmó. Y por último, se refirió a la realidad de que cada vez con más frecuencia nos encontramos con familias heridas, con vínculos frágiles, destruidos; “el desafío es cómo ser una Iglesia que acoge, que venda las heridas, que ilumina el camino, pero que proclama la verdad respecto del matrimonio”. Y concluyó diciendo: “Debemos reencantar a nuestros jóvenes para que aprendan a descubrir y valorar la belleza del matrimonio y la familia”.

 

1.jpg

3.jpg

2.jpg

4.jpg

Síguenos en: