Entre el 17 y el 19 de noviembre recién pasados se realizó en la Ciudad del Vaticano, en Roma, el Coloquio Internacional e Interreligioso sobre la complementariedad del Hombre y la Mujer, Humanum, encuentro que abordó la relación entre el hombre y la mujer, el vínculo del matrimonio, la construcción del núcleo familiar y su aporte estructural en el florecimiento de la sociedad humana.
En el encuentro participaron líderes de distintas religiones, líderes sociales y académicos de múltiples nacionalidades que, desde sus diversas áreas de trabajo, aportaron sus conocimientos para construir un análisis de lo que es la Familia y de las dificultades y desafíos que enfrenta en los tiempos actuales.
El coloquio fue inaugurado por el Papa Francisco, quien durante su intervención remarcó que la complementariedad entre un hombre y una mujer “es la primera escuela en la que aprendemos a apreciar nuestros dones y los de los demás y en que comenzamos a aprender el arte de vivir juntos”.
A la cita concurrieron más de 350 personas provenientes de 23 países y donde la directora del Centro UC de la Familia y docente de la Facultad de Derecho UC, Carmen Domínguez, fue una de los tres chilenos invitados a participar. En conjunto se trabajó para proponer de nuevo la belleza de la unión natural entre el hombre y la mujer en el matrimonio. (Ver videos del encuentro en www.humanum.it)
La profesora Carmen Domínguez destacó el trabajo realizado durante los tres días de Coloquio y comentó que lo dicho por Su Santidad “pone de realce la verdad esencial que está comprometida en el matrimonio entre un hombre y una mujer”. Añadió que “hoy en día, cuando se debate tanto en torno a si el matrimonio es o no la única base de la familia, e incluso si el matrimonio es entre un hombre y una mujer, es donde uno tiene que ir a preguntarse en definitiva ¿qué es el matrimonio? Y ¿por qué cuando se intenta promover el matrimonio entre un hombre y una mujer se lo hace con tanta fuerza?”.
“Indiscutiblemente que el matrimonio no es un nombre, no es un símbolo meramente. El matrimonio, sobre todo su reconocimiento y el vínculo que supone, es un asumir entre un hombre y una mujer un compromiso público y formal de permanecer unidos por siempre. Y ese vínculo comprometido es, por supuesto, fuente de riqueza para ellos que de alguna manera asumen un compromiso de amor, un amor humano que entiende que tiene que ser un amor comprometido y si verdaderamente quiere proyectarse”, sostuvo
Durante los tres días de trabajo del Congreso Humanum se analizó a la Familia desde distintas aristas, considerando su rol como unidad básica de la sociedad, la sacramentalidad del amor humano, su participación como cuna de vida, la importancia de la familia en la educación y crecimiento de los hijos, el poder del matrimonio frente a las dificultades y los retos y esperanzas para una nueva generación.
Culminado el trabajo realizado, se creó una declaración final en donde “lo que se intentó mostrar es que la afirmación de que hay un bien en el matrimonio entre un hombre y una mujer no es patrimonio exclusivo de la Iglesia Católica, sino es un patrimonio interreligioso”, destacó la profesora Domínguez, revelándose “cuáles son los bienes, cuál es el bienestar que entrega el matrimonio, tanto a los propios cónyuges como a los hijos que nacen dentro de él”.
VISIÓN MULTICULTURAL
Durante la asamblea se presentaron casos y experiencias de vida de distintas religiones y nacionalidades , que evidenciaron que independiente del idioma o la cultura, la familia juega un rol medular en la construcción de la sociedad.
Con respecto a esto, Carmen Domínguez destacó que “fue un Congreso muy rico en mostrar la variedad de realidades que se dan en el mundo, porque nosotros tendemos a juzgar la realidad de lo que está pasando con lo que sucede en el mundo occidental. Y ahí había personas que vienen de África, de Asia y por lo tanto también mostrar que estos debates culturales son más bien debates occidentales, porque en muchos de esos países esos no son debates y son cuestiones que ni siquiera en el corto, mediano o largo plazo, están por discutirse”.
Detalló también que muchas de las reflexiones hechas “tienen que ver con hacer un llamado a mostrar la maravilla, el bien precioso que hay en mostrar lo que supone el matrimonio, en iluminar especialmente a los jóvenes que a veces ven el matrimonio con una carga, quizás la ven como un vinculo innecesario o que de alguna manera han fragilizado el amor, por efecto de muchas razones: culturales, por efectos de malos testimonios, de propias experiencias personales, etcétera”.
El Coloquio Humanum fue patrocinado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, en conjunto con el Consejo Pontificio para la Familia, el Consejo Pontificio para el Diálogo interreligioso y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad Cristiana.