La familia chilena hoy: Cambios profundos y desafíos urgentes
Menos hijos, más adultos mayores, hogares unipersonales en aumento, matrimonios en descenso y divorcios al alza. Así lo revela el estudio del Centro UC de la Familia “Cambios en las estructuras demográficas: una mirada a la realidad latinoamericana”, que analiza las profundas transformaciones que atraviesa la familia chilena.
Carolina Salinas, directora del Centro UC de la Familia, y Nicole Elizondo, investigadora del mismo centro, coincidieron en que estas tendencias no deben interpretarse de manera aislada, sino como parte de un proceso integral que plantea retos estructurales para las políticas públicas, las comunidades educativas y la sociedad en su conjunto.
“Chile es hoy un país que deja de tener niños”, advierte Salinas, subrayando el impacto de la baja sostenida en la natalidad. A ello se suma la creciente presencia de personas mayores en los hogares, cuya integración en la vida familiar aún presenta importantes desafíos. “Uno de los retos actuales es dar un lugar real y significativo a los adultos mayores, reconociendo su aporte y experiencia”, agrega.
En la misma línea, Elizondo enfatiza el acelerado proceso de envejecimiento demográfico. “La baja en la natalidad y el aumento de la esperanza de vida tienen efectos no solo en la estructura de las familias, sino también en la sostenibilidad de los sistemas de salud, pensiones y cuidados”, explica. La investigadora recalca que el cuidado de los adultos mayores sigue recayendo principalmente en las familias, y en especial en las mujeres, lo que hace urgente avanzar hacia un Sistema Nacional de Cuidados.
El informe también da cuenta del incremento sostenido en los hogares unipersonales, fenómeno que refleja la soledad como nuevo estilo de vida y que, según Salinas, “pone en riesgo la convivencia familiar, la comunidad de afectos y la solidaridad intergeneracional”.
Otro dato preocupante es el aumento de los divorcios, que en Chile alcanzan el 59%, la cifra más alta de la región. Esta tendencia, sumada a la disminución de los matrimonios, refleja —de acuerdo con las investigadoras— una pérdida del valor simbólico y social de esta institución como proyecto común de vida.
No obstante, el estudio destaca aspectos positivos. La familia extensa aún cumple un rol fundamental en el cuidado, la socialización y la transmisión de valores. “Aún tenemos espacios familiares donde se conversa, se comparten historias y se enseña desde la experiencia. Eso es invaluable”, sostiene Salinas.
Elizondo complementa que la familia sigue siendo una de las principales fuentes de sentido para los chilenos. “Los jóvenes deben volver a ver el proyecto familiar como algo deseable, no como una carga. El éxito familiar puede ser tan relevante como el éxito profesional”, afirma.
El estudio concluye que la familia chilena no está en crisis, sino en transformación. Y que, con políticas públicas adecuadas y un acompañamiento social oportuno, sigue siendo la institución más poderosa para entregar sentido, cuidado y pertenencia a las personas.
Créditos de la nota: Grupo Educar
📖 Esta reflexión fue parte de la entrevista realizada por Marcela Paz Muñoz para Revista Educar (Grupo Educar), publicada en la edición de septiembre 2025, Nº 296, bajo el título “La familia chilena hoy: Cambios profundos y desafíos urgentes”.