El experto italiano Pierpaolo Donati participó en el Primer Congreso Internacional sobre de Políticas Públicas de Familia que se llevó a cabo en La Universidad Católica de Chile el reciente 28 de mayo. Este encuentro fue organizado por el Centro UC de la Familia, Facultad de Ciencias Sociales UC y el Centro de Políticas Públicas UC, en la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
El Primer Congreso Internacional de Políticas Públicas en Familia tiene como objetivo, según explica la directora del Centro UC de la Familia, Carmen Domínguez, “poner en la reflexión pública qué se puede hacer en el presente por acompañar, por proteger, por promover y fortalecer la familia en Chile”.
La abogada y docente de la Facultad de Derecho UC sostiene además que “en general la familia ha estado ausente de las políticas públicas en Chile, no es un objeto de estudio ni de trabajo ni de reflexión e investigación en el plano de lo público, por eso nos ha parecido indispensable relevar este tema”.
Por esto, buscando alcanzar un análisis profundo de la realidad actual de la familia “hemos seleccionado a tres profesores que son de distintos continentes, de distintas realidades mundiales y que son expertos en políticas públicas en materia de familia; que conocen y tienen un panorama bastante claro de las transformaciones y de la realidad que está experimentando la familia en los distintos países”, añade la académica UC.
El evento tuvo lugar el día 28 de mayo en el Salón Manuel José Irarrázaval de la Casa Central de la UC y en él participaron tres importantes expositores extranjeros especialistas en la materia: Pierpaolo Donati, sociólogo y filósofo italiano que ha escrito numerosas publicaciones sobre el tema; Patrick Fagan, director del Instituto de Matrimonio e Investigación sobre Religión, Estados Unidos; y Fernando Pliego, sociólogo e investigador mexicano; quienes estuvieron acompañados de destacados académicos e investigadores chilenos que, de manera conjunta, analizaron la importancia del trabajo en torno a políticas públicas que fortalezcan y protejan a la familia, institución central en la construcción de las sociedades.
Los tres especialistas extranjeros que expusieron en el Congreso destacan la relevancia de trabajar en políticas públicas a favor de la familia; además señalan que esta institución es el eje central en la construcción de las sociedades.
- ¿Por qué es importante la familia en la construcción de las sociedades?
P. Fagan: La familia es la piedra angular de la sociedad. En ella están contenidas todas las tareas clave de la vida y de la sociedad: la familia, la iglesia, la escuela, el trabajo/negocio y el gobierno. Allí los niños aprenden todas estas tareas y se preparan para ocupar un lugar en la sociedad.
P. Donati: La familia es la base de la sociedad. Una sociedad sin una familia es como una planta (por ejemplo un árbol) sin raíces. No puede sostenerse. Esto no es sólo una bonita imagen, pero es una realidad ontológica. La familia es la raíz, ya que da la comida a la sociedad que ninguna otra institución social (estructura o forma) puede dar. Esta comida es la humanización primaria de la persona humana. Sin la familia, el individuo humano crece sólo parcialmente y con graves deficiencias en lo psicológico y cultural. La humanización depende del hecho de que la familia desarrolle su ‘genoma natural’, que es de carácter social, y consiste en la presencia de cuatro elementos básicos que operan en armonía unos con otros: el don (es decir, dar primero), la reciprocidad (es decir, retribuir siempre lo que nos es dado, no para el cálculo de la utilidad, sino por amor), la sexualidad de un marido y mujer, y la generatividad de este último (es decir, tener, o al menos se desea, los niños). Si le falta uno o más de estos elementos, existe la familia de una manera limitada y ya no da a la sociedad el alimento de las virtudes individuales y sociales (el capital humano y social) de los cuales la vida social necesita para ser plenamente humana.
F. Pliego: El tema más importante en la vida de las personas es la familia, por lo que la importancia de la familia es un hecho social. En la investigación titulada (y recientemente publicada) 'Tipos de familia y bienestar de niños y adultos: el debate cultural del siglo XXI', se analizaron 321 publicaciones académicas y gubernamentales de 13 países democráticos y se logró concluir que en las familias donde los hijos cuentan con la presencia de sus dos padres biológicos, hay menos violencia contra mujeres y niños; los indicadores de salud física son mejores; los problemas de salud mental disminuyen; los ingresos son mayores y el empleo más frecuente; hay mejores condiciones de vivienda; hay más cooperación en las relaciones de pareja; los vínculos entre padres e hijos son más positivos; disminuye el consumo de drogas, alcohol y tabaco; la conducta social de los hijos es más cooperativa; hay menos índices de delincuencia y el desempeño escolar es mejor. Además, las personas casadas y niños que viven con sus dos padres biológicos tienen mejores niveles de bienestar en 11 temas (educación, seguridad física, salud mental, salud sexual y reproductiva, funcionamiento de la pareja, vivienda, adicciones, bienestar subjetivo entre otros); adicionalmente, en las democracias, las familias con parejas casadas e hijos comunes son las que contribuyen de mejor manera a la promoción de los derechos humanos, al desarrollo de los países y a la protección de las libertades fundamentales.
- ¿Por qué es importante que los países trabajen en políticas públicas a favor de la familia?
P. Fagan: Es tan importante como el cuerpo humano cuidando de sus propios órganos y células y la estructura celular y de su sistema inmunológico. No hacerlo es convertirse en el enemigo de su propia sociedad, para convertirse en un cáncer. Estas son palabras fuertes, pero el tema es muy fundamental. El futuro de los niños está en juego –que es el futuro de la sociedad que estará en su lugar dentro de treinta años-. Pero esa sociedad del 2045 comienza hoy con el recién nacido y el recién nacido será mucho más costoso si nace fuera de una familia en matrimonio, y mucho más difícil para mantener (peor salud, menos educación, más problemas, más infeliz, más crimen y adicciones y abuso). Es una cuestión de sentido común y, fácilmente observable con sólo mirar alrededor.
P. Donati: Las políticas públicas tienen la tarea de proteger y dar cura (cuidar) a la familia como una madre y un padre debe cuidar de su hijo pequeño que necesita todo para convertirse en autónomo. Si un niño no es cuidado, crece enfermo. Lo mismo le sucede a toda la sociedad si no se aplican políticas públicas de apoyo filial y solidaridad con la familia. No debe sustituir a la familia (por ejemplo educación) sino crear las condiciones sociales afines a la familia (los padres) para llevar a cabo sus tareas de forma independiente. En contra de toda la familia es el principio de que las políticas públicas no deben ser puramente bienestar, sino que debe ‘capacitar’ (empoderar) el potencial de las familias a participar en las medidas de política social, como sujetos activos y no sólo como receptores pasivos en todos los ámbitos (seguridad social, trabajo, salud, educación, vivienda).
- ¿Qué áreas de las que competen a la familia (salud, educación, vivienda, etc.) son las primordiales al momento de considerar el desarrollo de políticas públicas pro familia?
P. Donati: No creo que haya un área específica para ser favorecida, sino que es necesario cambiar la mentalidad general con la que haces las políticas públicas para la familia. Las políticas familiares son intersectoriales, tocando siempre varios sectores al mismo tiempo. Por lo tanto, es muy importante señalar la incorporación de la perspectiva de la familia, lo que implica tener en cuenta las opiniones de la familia en todas las acciones de la política económica y social. Se debe equilibrar las políticas sociales que se han centrado en la incorporación de la perspectiva de género con la incorporación de la perspectiva de la familia.
F. Pliego: Las familias tienen un rol central en las sociedades, por esta razón es necesario asumir y promover una perspectiva de familia, un enfoque de las políticas públicas y privadas, como también de los programas de trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, que considere que las estructuras y dinámicas de funcionamiento que tiene la familia resultan fundamentales para el desarrollo y el bienestar de las personas y de la sociedad. Por eso, la perspectiva de familia necesita ser incluida en la definición de las políticas públicas que se desarrollan en los países democráticos; en las plataformas de partidos políticos, en los programas de trabajo de las empresas y de las organizaciones de la sociedad civil; en los contenidos de los medios de comunicación en general.
- ¿Qué tipo de política pública deben trabajar los gobiernos para ayudar a la familia como institución?
P. Fagan: Proteger el matrimonio y la sexualidad casta en todos los sentidos que sea prudente y posible (no es tan fácil hoy como en el pasado, debido a cambios en las personas). Sin embargo, deben reformarse y convertirse en el protector del matrimonio y no su enemigo. En la mayoría de los países, hoy se tiene el “divorcio sin culpa”, con el que se destruye el matrimonio, no se le quiere mantener. Ese es un mal gobierno. Ese es el gobierno como enemigo del matrimonio y los hijos. Hoy se puede fomentar con prudencia la planificación familiar natural y participar en la investigación que mostrará su poder en todos los niveles. Se puede llevar a cabo muchas investigaciones que mostrarán (porque es la ley natural) que la familia que se casó intacta, que adora a Dios semanalmente, es la fuerza de la base de la nación y que cuanto más se aleja, es cuanto más la sociedad sufre en cada dimensión medible: la salud, la salud mental, la educación, en los ingresos, en el ahorro (incluso en los impuestos), junto con una disminución de todo lo que la sociedad no quiere: la delincuencia, las adicciones, la pobreza, la mala salud. El gobierno puede tener una gran influencia en el discurso de la población sobre su propia sociedad a través de la adquisición y difusión de los resultados de una buena investigación.
F. Pliego: La perspectiva de familia debe tener dos grandes estrategias de trabajo: una estrategia asistencial, enfocada especialmente a familias más frágiles (encabezadas por madres solteras) que deben contar con el apoyo de los programas de ayuda gubernamentales, de instituciones privadas y de la sociedad civil; y una estrategia educativa y preventiva, para acrecentar las opciones hacia el futuro, para que las nuevas generaciones tengan mejores experiencias de pareja y de familia, de manera que aminoren las posibilidades de ser afectadas por problemas de violencia, que prosperen sus opciones de salud, desempeño escolar, menor prevalecían de adicciones, bienestar subjetivo, ingresos económicos dignos y demás aspectos importantes de la vida.