Columna de opinión: “¿En camino hacia un sistema nacional de cuidados en Chile?"
Nicole Elizondo - Investigadora Centro UC de la Familia
A propósito del Día Internacional de la Mujer, las políticas hacia el reconocimiento de los cuidados no remunerados ponen de manifiesto la vulnerabilidad que enfrentan las mujeres cuidadoras. Solo en América Latina y el Caribe, las mujeres realizan tres veces más trabajo doméstico y de cuidados que los hombres (BID-Banco Mundial, 2022), y en el continente, solo Uruguay cuenta con un sistema de cuidados en marcha.
En Chile, las expectativas han estado sobre la idea de implementar el llamado Sistema Nacional de Cuidados en Chile que busca alcanzar una nueva organización social de los cuidados a través de la ampliación de la cobertura de los programas y la creación de una nueva oferta programática de cuidados provista por el Estado, con el objetivo de reducir el trabajo de cuidado realizado por las familias, particularmente mujeres, y así mismo distribuirlo de manera más justa (Ministerio de Desarrollo Social y Familia, 2022).
Lo cierto es que nuestro país se encuentra a medio camino respecto a los cuidados producto de la diversificada oferta programática que tiene como referencia al programa Red Local de Apoyos y Cuidados (Chile Cuida) y los programas sectoriales dirigidos a niños y niñas, personas mayores y en situación de discapacidad que se han venido desarrollando desde 2006.
El compromiso para avanzar en un sistema de cuidados es urgente sobre todo tomando en cuenta que las mujeres cuidadoras no remuneradas representan el 25,6% del PIB anual en Chile (Banco Central, 2021) y que, en nuestro país se mantienen importantes brechas en la participación laboral femenina, los ingresos de los hogares, la seguridad social y compromete las jubilaciones a largo plazo.
Esto ha sido foco de preocupación a propósito del rechazo a la idea de legislar la Reforma Tributaria la semana pasada por parte de la Cámara de Diputados, que sostienen algunos, compromete en términos financieros la idea de consagrar el sistema de cuidados, y amenaza las llamadas reformas estructurales del programa del actual gobierno, como lo son la Reforma de Pensiones y otros programas sociales.
En este sentido, bajo el contexto de las presiones fiscales y la demanda por los cuidados no remunerados, resulta imperante la responsabilidad y visión a largo plazo en el diseño y elaboración de las políticas públicas en materia de cuidados. Nos encontramos ante desafíos demográficos y sociales que implican cambios relevantes como lo son el envejecimiento de la población y los cambios en las estructuras de los hogares. Todo indica que probablemente aumenten las cuidadoras en los próximos años, lo cual nos hace preguntarnos sobre los desafíos a futuro y la necesidad de contar con un sistema nacional de cuidados en Chile.