Carolina Salinas, Directora del Centro UC de la Familia, participó en la III Conferencia de Casablanca los días 4 y 5 de junio, realizada en la ciudad de Lima y cuyo anfitrión este año fue la Universidad de Piura.
La actividad académica reunió a destacados expertos en derecho, bioética, salud, filosofía y comunicaciones así como legisladores y defensores de derechos humanos provenientes de Perú, México, Colombia, Ecuador, Argentina, Chile, Uruguay, Francia y España.
Casablanca es la mayor organización internacional que trabaja para la prohibición internacional de la maternidad subrogada, su primera Conferencia se realizó en la ciudad homónima (Marruecos, 2023). Fruto de esa reunión es la Declaración internacional por la abolición de la maternidad subrogada, que contó con la firma de más de 100 expertos de 75 nacionalidades. La segunda Conferencia tuvo lugar en Roma (Italia, 2024), donde fueron recibidos por el Papa Francisco.
La elección de Lima como sede de la III Conferencia internacional responde al exponencial crecimiento de esta práctica en América Latina, nuevo epicentro del turismo reproductivo global. Varios factores geopolíticos han convertido a América Latina en un foco de explotación reproductiva. A diferencia de Europa, donde la mayoría de países han impuesto a la subrogación prohibiciones cada vez más estrictas, en América Latina esta práctica se mantiene en gran medida sin control.
La ponencia de Carolina Salinas se tituló “Los derechos del niño frente a la maternidad subrogada: Una mirada crítica desde la ética y el derecho”, donde se expuso la situación del niño y sus derechos, frente al contrato ilícito entre la madre gestante y los comitentes, señalando que no existe el derecho al hijo propio. El interés superior del niño exige respetar los vínculos de apego e intercambio generados durante el embarazo que son una respuesta biológica y psicológica tendiente a la supervivencia y seguridad emocional de quien se gesta, lo que ningún contrato oneroso puede borrar.
La separación planificada de la madre los arranca e impone una traumática disociación y fragmentación biopsicosocial lo que además le impide ejercer un derecho humano básico como es conocer su origen y ser criado por sus padres, no por quienes los han adquirido como objetos de un contrato oneroso.
Concluyó su exposición con propuestas que hagan frente a la actual situación no reglada en Latinoamérica: Prohibir la subrogación de forma expresa en los ordenamientos jurídicos internos; reafirmar de manera explícita el derecho de un estado de negarse a la homologación de actos jurídicos extranjeros, como también al reconocimiento de la maternidad o paternidad fundada sobre contratos de maternidad subrogada; Prever penas importantes para quienes faciliten contratos de maternidad subrogada internacional, sobre todo para los intermediarios como agencias, clínicas, abogados y médicos. Garantizar el derecho del niño a conocer su origen genético y gestacional.